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Artículo escrito por Lina (entrevistada)
El pie plano es genético, es decir, hereditario. Existen cuatro clases de pie plano y, en términos generales, se describe como la ausencia de un arco escafoideo. Puede presentarse de forma dolorosa o no dolorosa, dependiendo de diversos factores, como la biomecánica y la rotación de ciertas articulaciones.
Ilustración donde se observa la ausencia del arco escafoideo
En un primer grado, el pie es ligeramente plano. Se maneja con plantillas y con un calzado que sujete bien el pie, preferiblemente con suelas gruesas, sobre todo cuando los niños empiezan a hacer deportes, corren o llevan una vida activa. El segundo grado tiene menos curvatura y se maneja de la misma forma.
En tercer y cuarto grado, en algunos casos se debe considerar la cirugía, ya que suelen ser dolorosos. Sin embargo, en la mayoría de los casos (aproximadamente entre el 95% y el 98%) los grados primero, segundo y tercero se manejan a nivel ortésico. Cuando el dolor es intenso, no solo se trata de la ausencia del arco escafoideo, sino que también puede haber una rotación del calcáneo con la astragalina, implicando un complejo mayor del pie.
El dolor suele aparecer porque la musculatura tibial y la de los peroneos no es suficientemente fuerte, generando cansancio o molestias tanto en las piernas como, en ocasiones, en las rodillas. Muchas veces se debe a la debilidad muscular en la tibia y en los peroneos.
Si el pie no desarrolla los arcos adecuados, la biomecánica de las articulaciones se altera. Los tobillos cambian de postura, lo mismo sucede con las rodillas y las caderas, y esto puede derivar en escoliosis. Se recomienda realizar revisiones y controles desde la primera infancia para observar el crecimiento y la evolución de la postura.
Cómo la postura del pie puede afectar la columna y otras articulaciones
La postura se compara con un edificio: si la base no está bien equilibrada, el resto se inclina. En algunas situaciones, el origen del problema no está en la columna sino en la postura del pie. También pueden existir asimetrías o luxaciones de cadera que se detectan tempranamente a través de radiografías en los primeros meses de vida.
Los profesionales más indicados para iniciar un seguimiento son los médicos fisiatras. Desde la especialidad de ortésica se puede apoyar el tratamiento con zapatos adecuados, tenis deportivos, plantillas y ejercicios. Es recomendable tener varias consultas a lo largo de la vida para revisar si el calzado que se usa es el adecuado y prevenir desgaste articular prematuro, escoliosis o hiperlordosis.
La mayoría de las personas acuden a consulta cuando ya hay dolor, sea en la rodilla, la cadera o la espalda, o porque se sienten muy cansadas. Con frecuencia se identifican pie plano, debilidad muscular en tibiales o peroneos, malas posturas y uso de calzado inadecuado (corto, estrecho o no apto para actividades deportivas).
Zapato ortopedico adecuado
El manejo del pie plano se aborda en dos líneas principales: la parte médica o clínica y la parte ortésica. En la parte clínica participan fisiatras, ortopedistas especializados en pie y fisioterapeutas, quienes se encargan de la rehabilitación y ejercicios específicos.
A nivel ortésico, se valoran tres aspectos fundamentales:
Encuentre la plantilla ideal para el pie plano y mejorar la postura.
Encuentre los zapatos para el pie plano
SE RECOMIENDA CONSULTAR CON UN UN ESPECIALISTA DE TOBILLO Y PIE (TRAUMATOLOGO)